Aquella acción llegó a los ojos de Scooter Braun, un ex ejecutivo discográfico que quedó impactado con el talento del pequeño que tenía 14 años en ese entonces. Lo demás, es una historia digna de un cuento: grabó su primer demo en Atlanta y el 17 de noviembre de 2009 su primer disco “My world” ya estaba en la calle para convertirse en disco de platino.
Luego, “My world 2.0” apareció con el single “Baby”, su mayor hit que es el más visto de Youtube con 630 millones de visitas.
Bieber logró conseguir varios records. Uno de ellos fue meter siete temas de su disco debut “My world 2.0” en el Hot 100 de Billboard. Su documental “Never say never” recaudó más de 12 millones de dólares el día de su estreno. Tiene 36 millones de amigos en Facebook y cerca de 40 millones de reproducciones en Youtube.
En Argentina, la euforia es la misma que en cualquier parte del mundo. Subirá a River para hacer bailar a los adolescentes que lo siguen a sol y sombra desde que llegó al país. Las dos fechas en nuestras pampas, miércoles 12 y jueves 13 de octubre, se agotaron rápidamente en las boleterías: vendió 10 mil entradas cada 30 minutos.
Justin es un gran bailarín, baterista y músico en general que se atreve a tocar cualquier instrumento que le pongan delante. Además, es amante de los deportes: buceo, karate, hockey, básquet, bungee, box y fútbol. Justamente, de este último, se sabe que es fanático del Barcelona y seguramente de nuestro Lio Messi.
El fenómeno teen fue distinguido con el Brit Awards en Inglaterra como artista revelación internacional. Su éxito es tal, que ya tiene su estatua de cera en el Museo Madame Tussaud al lado de las grandes celebridades.
Entre sus cosas favoritas están los chicles con sabor a cereza, la comida chatarra y los crepes de banana. En su habitación no faltan los limones, jabón antibacterial, chupetines, gomitas en formas de gusano, frutas, papas fritas y aguas vitamínicas, entre otros.
En cuanto a su vida personal, se confiesa enamoradísimo de Selena Gómez, otra de las jóvenes estrellas de la televisión con quien pasó unos días en Río de Janeiro antes de llegar a Buenos Aires, donde una euforia juvenil lo recibió vestidos con su color favorito, el violeta.
Fuente: 26noticias.com.ar