Los voceros y el abogado Pedroza admitieron ante consultas de DyN que por los indicios recogidos en la investigación puede estar "esclarecido" el asesinato de las jóvenes francesas Houria Moumni y Casandre Bouvier.
Pedroza asumió la defensa del aspirante a policía Federico Cañizares, de 23 años, y de su hermana, María Fernanda, de 24, en cuya casa de Villa San Lorenzo los investigadores encontraron un teléfono celular y una cámara fotográfica que al parecer pertenecían a las víctimas.
El profesional aseguró a DyN que esos elementos llegaron en forma "casual" a poder de sus clientes que siguen incomunicados por orden el juez Martín Pérez a la espera de poder indagarlos mañana.
Anoche, a última hora, los investigadores secuestraron un arma que fue sometida a pericias para determinar si fue la misma que se utilizó para dar muerte a las jóvenes francesas.
Las fuentes de la investigación también señalaron que en el marco del aparente "esclarecimiento" del caso se cree que se trató de un intento de "robo" dentro del paseo de montaña de la Quebrada de San Lorenzo y que la resistencia de las turistas derivó en una golpiza, la violación de una de ellas y finalmente en su asesinato.
En el crimen quedó involucrado Daniel Vilte Vera, quien se encuentra detenido desde el martes, y ahora es señalado como uno de los probables ejecutores, añadieron.
Las detenciones de los otros seis jóvenes se produjeron en la madrugada del sábado cuando efectivos de la división Homicidio e Inteligencia Criminal de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia allanaron las viviendas.
Los detenidos fueron cinco hombres y una mujer, en cuyo poder se encontraron "pruebas contundentes" sobre su eventual participación en el crimen, añadieron los informantes.
Junto a los hermanos Cañizares fueron detenidos también el novio de la joven, Gustavo Laxi, de 24 años y empleado publico, su padre, Luis Laxi, de 42, Ricardo Vera, de 37, y Darío Ramos, de 47, quien trabajaba como guía de la concesionaria del predio privado donde mataron a las dos turistas.
Las fuentes señalaron que la activación de un teléfono celular de las turistas dio la pista para localizar a quienes lo tenían en su poder, dado que al parecer intentaron venderlo a una mujer como aparato usado.
Sin embargo, el abogado Pedroza su clienta habría recibido el aparato como regalo por parte de su novio, Gustavo Laxi.
"Estoy convencido que mis clientes no tienen nada que ver con el hecho y que las cosas encontradas fueron recibidas en forma casual, como regalo", aseguró.
Y, remarcó que "en todo caso más que imputados estarían detenidos como testigos calificados del hecho".
Pedroza admitió que la cámara fotográfica hallada en poder de Federico Cañizares, se la había "comprado a su cuñado", sin advertir que en la memoria se guardaba en cientos de fotografías de las jóvenes asesinadas. (Infobae)
