Rivas, residente en Australia, indicó que las torturas en su país durante el régimen de Pinochet (1973-90) eran "un secreto a voces", y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente".
No obstante, la otrora secretaria de Contreras confesó que nunca presenció una sesión de tortura y, contradictoriamente, que no soporta el flagelo de un ser humano.
Al ser preguntada sobre el paradero de los más de 1.000 desaparecidos durante la dictadura, contestó que es algo que nunca se sabrá y acusó a los jueces de beneficiarse de los procesos judiciales vinculados a las violaciones de derechos humanos en Chile
"Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están?. No se sabe", enfatizó la exigente, quien de alguna manera mostró presuntamente lástima por las madres que nunca sabrán el paradero de sus hijos desaparecidos.
Las declaraciones de Rivas, quien se casó en 1978 y viajó con su marido a Australia, donde se afincó, se dan en momentos en que ha cobrado actualidad la posible cooperación de este país oceánico con la CIA para socavar el Gobierno de Salvador Allende.
A este respecto, Rivas señaló que ignoraba qué hacía la división internacional de la DINA, y apuntó que Contreras era un militar muy reservado.
Al hacer una retrospectiva de su vida, Rivas, que se declara inocente de los delitos que se le imputan en Chile, no duda en afirmar: "los mejores años de mi juventud fueron los que viví en la DINA".
Fuente: Télam