En todas las ciudades y los pueblos en manos de los separatistas, los centros de votación abrieron hoy a la mañana sin problemas y desde temprano las colas de votantes fueron inmensas, según relató la agencia de noticias EFE.
"Para las 15.00 hora local (9 de la mañana hora argentina) había acudido a las urnas un total de 527.642 electores", declaró el jefe de la Comisión de la República Popular de Donetsk, Roman Liaguin, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.
En esa provincia se abrieron unos 350 centros de votación para un padrón de 1,4 millón de electores, elaborado por los propios separatistas ya que no tienen acceso a la base de datos previa del gobierno regional que expulsaron en abril pasado.
En la vecina república separatista de Lugansk, la comisión electoral informó que a las 14 hora local (8 de la mañana hora argentina) alrededor de 308.000 habían votado, un número alto para una provincia que antes del conflicto tenía un poco más de dos millones de habitantes.
En Lugansk, las autoridades separatistas abrieron 102 centros de votación.
El reducido número de centros de votación explica en parte las extensas colas de votantes que se mantuvieron a lo largo de la jornada y que, según las autoridades electorales separatistas, obligaron a extender el sufragio hasta bien entrada la noche.
Alexander Zakharchenko, el actual líder del gobierno separatista en Donetsk y el hombre que probablemente sea refrendado hoy en las urnas, había asegurado esta semana en su acto de cierre de campaña que las elecciones servirán para legitimarlos ante los ojos del gobierno nacional ucraniano.
"Si nos reconocen y nos devuelve la tierra que perdimos sin dar una pelea, entonces retomaremos los vínculos económicos normales (con Ucrania) y viviremos como dos socios económicos", había prometido el líder rebelde.
Hoy en los centros de votación el clima no era tenso, como es la regla en los últimos meses. Hubo música en vivo, feria de comidas y venta de vegetales a precio regalado.
A principio de septiembre pasado, Kiev, las autoridades separatistas pro rusas, Moscú y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) firmaron un cese de fuego, que más tarde ampliaron en un memorando de paz, que incluía la convocatoria de elecciones locales y más autonomía en Donetsk y Lugansk, pero reconociendo la autoridad nacional de Kiev.
Desde entonces, los combates y los ataques disminuyeron en el este de Ucrania, pero nunca cesaron, especialmente en las zonas vecinas del aeropuerto internacional de Donetsk, justo afuera de la ciudad.
Hoy, sin embargo, los observadores internacionales invitados por los separatistas, todos representantes de partidos de derecha europeos o fuerzas nacionalistas rusas, declararon que los comicios fueron tranquilos y sin irregularidades.
No hubo, en cambio, ningún observador de la OSCE.
Kiev y las potencias occidentales, sus principales aliados internacionales desde el derrocamiento del presidente pro ruso, Viktor Yanukovich en febrero pasado, no reconocen los comicios de las zonas separatistas.
Por eso, el gobierno ucraniano anunció que la apertura de un proceso penal contra los organizadores de las elecciones de hoy por "atentado contra el orden constitucional" e "intento de usurpación del poder".
Fuente: Télam