El presidente hizo el ofrecimiento anoche durante un discurso que pronunció en la ciudad de Maracay, donde encabezó una celebración del triunfo chavista en las elecciones municipales del pasado domingo en las que el oficialismo ganó 255 de las 337 alcaldías.
"Tiendo mi mano para las rectificaciones históricas que hay que hacer en el campo de la derecha, tiendo mi mano cristiana, pero también sepan que aquí hay un revolucionario, chavista hasta la médula que defenderá a este pueblo siempre", sentenció.
Maduro dijo que si en efecto, sus adversarios dejan los supuestos planes para derrocarlo, podría conversar con sus representantes "una y mil veces, sobre los temas del país, debatir, tener diferencias" y llegar "a un punto de respeto y convivencia".
Sin embargo, también se preguntó: "¿Cómo te puedes sentar a hablar temas importantes del país cuando sabes que por debajo tienen un puñal y en la empuñadura tienen la bandera gringa y reciben dinero de los gringos y hacen acuerdos con los gringos y dependen de los gringos?".
Asimismo, se preguntó si "sería mucho pedir a la vida que surgiera un nuevo liderazgo de la oposición".
En la misma alocución Maduro pidió a los alcaldes que resultaron vencedores en las elecciones que asuman la victoria con autocrítica pues aún falta mucho por hacer, y también les pidió apoyo para trabajar contra la especulación, la inseguridad y para mejorar la condición de deterioro de los hospitales públicos.
A la espera de los resultados definitivos por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro reiteró que los alrededor de 5,1 millones de votos del chavismo y sus aliados se traducen en 255 alcaldías, mientras que los 4,2 millones de sufragios de la oposición les dio 75 plazas.
El gobernante insistió en que la oposición fracasó al convocar a votar en las elecciones municipales como si se tratara de un plebiscito a su Gobierno pues terminó resultando ganador tanto de los comicios como de la supuesta consulta de aprobación a su mandato.
Fuente: Télam