El Comando Central militar estadounidense (CENTCOM) informó en un comunicado sobre cinco nuevos ataques aéreos lanzados entre ayer y hoy al sur de Kobani y dijo que los bombardeos destruyeron un edificio y dos vehículos, alcanzaron a dos grupos de combatientes del EI y dañaron un campo de entrenamiento.
"Los indicios son que las milicias kurdas están controlando la mayor parte de la ciudad y están resistiendo frente al EI", agregó la información oficial de Washington.
Pese a los bombardeos, y un día después de que los ataques aéreos forzaran un repliegue del EI, los yihadistas avanzaron hoy otra vez y llegaron a controlar una cuarta parte de la ciudad, que abarca barrios en el este y sur, informó el jefe de la defensa de Kobani, Esmat Sheikh Hasan, a la agencia de noticias EFE.
Más temprano, la organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos había informado que los extremistas, que iniciaron su ofensiva el mes pasado, controlaban un tercio de la ciudad y que habían logrado capturar un mercado y una comisaría en el sector este de Kobani.
El Observatorio, que tiene su sede en Londres y una red de informantes en Siria, dijo más tarde que la comisaría fue atacada desde al aire y que combatientes kurdos rodearon a los yihadistas y protagonizaron enconados enfrentamientos en los que murieron 11 miembros del EI y otros cuatro fueron capturados.
La ofensiva sobre Kobani y localidades periféricas provocó el éxodo de unas 200.000 personas que se refugiaron en la vecina Turquía, cuyo gobierno ha resistido presiones de Estados Unidos para definir qué rol concreto está dispuesto a jugar en la coalición contra el EI.
Miles de miembros de la numerosa comunidad kurda de Turquía protagonizaron violentas protestas esta semana, incluyendo hoy, en distintas ciudades turcas para exigir que el gobierno abra la frontera, permita el paso de ayuda humanitaria y de voluntarios kurdos para defender a Kobani y arme a los que resisten en la ciudad.
Cerca de 30 personas murieron en las protestas iniciadas el martes, la mayoría en enfrentamientos entre kurdos y seguidores de un partido islamista, informaron hoy el gobierno y medios locales.
En conferencia de prensa, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, dijo hoy que no era realista que su país lanzara una ofensiva por tierra contra el EI en Siria por sí solo, días después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijera que los bombardeos no eran suficientes y que la coalición debía establecer "movimiento terrestres".
"Seguimos hablando con nuestros aliados. Cuando una decisión conjunta se haya tomado, Turquía aportaría su parte", manifestó el ministro en conferencia de prensa conjunta con el nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ankara ya dijo que no quiere que Kobani caiga, pero anticipó que no adoptará un rol más amplio hasta que la coalición no defina una estrategia a largo plazo que también debilite al presidente sirio, Bashar Al Assad, quien saldría beneficiado de cualquier retroceso del grupo yihadista, que pelea por derrocarlo desde 2011.
Turquía también recela de las fuerzas kurdas de Kobani, porque sospecha que tienen vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la proscripta guerrilla separatista kurdo-turca que libró una guerra de tres décadas contra Ankara y que ahora está en un proceso de diálogo con el gobierno.
El PKK anunció que si Kobani cae en manos del EI ante la inacción de Turquía, el proceso de paz iniciado hace dos años se romperá.
El gobierno turco solicitó en varias oportunidades que la alianza atlántica establezca una zona de exclusión aérea y de contención a lo largo de su frontera con Siria.
Stoltenberg dijo que "no existe una solución simple" y que es necesario mantener la unidad entre los aliados, aunque aclaró que la creación de una zona de exclusión "no ha estado sobre la mesa de los debates de la alianza".
El Observatorio Sirio dice que más de 500 personas murieron ya en Kobani y sus alrededores desde el inicio de la ofensiva del EI, a mediados del mes pasado.
Estados Unidos comenzó a bombardear al EI en Siria el 23 de septiembre pasado, ampliando una campaña de ataques aéreos contra el grupo iniciada en Irak a principios de agosto.
En Irak, al menos 220 yihadistas, dos de ellos cabecillas del EI, murieron hoy cuando aviones de la coalición atacaron un convoy de milicianos del EI en el norte del país, en el bombardeo más letal desde que comenzó la campaña aérea, informó un funcionario iraquí a EFE.
El convoy en el que viajaban los yihadistas estaba integrado por 25 vehí­culos cargados con armas y equipamiento militar, dijo el jefe del Comité de Seguridad de la provincia septentrional de Ní­nive, Mohamed Ibrahim al Bayati.
Fuente: Télam