Admitió que la opción de declarar una zona de exclusión aérea sobre Libia para acabar con la represión por parte del régimen de Muammar Khadafi "está sobre la mesa", entre otras medidas. "Khadafi y quienes están con él deben ser llevados ante la Justicia", dijo.
Asimismo, tanto el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, como la Alta Representante de Exteriores de la Unión, Catherine Ashton, matizaron mucho sus opiniones frente a dicha eventualidad. Es "un tema complicado que aún se está estudiando", se limitó a decir Ashton.
Más concreto fue Hague, quien delimitó las premisas que deberían darse para poder tomar una decisión de tal envergadura: "Es una opción sobre la mesa, y debería quedar en la mesa mientras la discutimos. Pero tenemos que tener claro que para aplicarla se deben tener objetivos claros, tener la certeza de que se van a salvar vidas, contar con los medios necesarios para poder implementarla, y contar con el mayor apoyo internacional posible"
Además de Italia, sólo Australia apoyó hoy públicamente aplicar la zona de exclusión aérea.
Otra de las medidas que fueron discutidas en el encuentro que reunió a Clinton, Ashton, Hague, Frattini, y a los ministros de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y de Alemania, Guido Westerwelle, fue la posibilidad de una "moratoria de pagos" hacia Libia durante sesenta días, con el fin de cortar de manera efectiva el flujo de dinero hacia el régimen de Khadafi.
La opción fue propuesta por Alemania, y si bien contó con más apoyos que la exclusión aérea, no obtuvo el suficiente consenso como para anunciarla como una medida a adoptar a corto plazo.
En lo que sí hubo acuerdo es en pedir a Khadafi que abandonara el poder, aunque matizando que debe pagar por los crímenes cometidos."Es hora de que se vaya y el mundo debe hablar con una sola voz para decir que esta violación de los derechos universales es inaceptable", señaló Clinton.
Otro de los puntos tratados por los cancilleres fue la crisis humanitaria creada a causa de la brutal represión del régimen contra su población, que ha provocado la huida de decenas de miles de trabajadores inmigrantes hacia los países vecinos de Túnez y Egipto.
Todos los ministros expusieron las diversas acciones que sus respectivos gobiernos han tomado para ayudar a paliar el sufrimiento de los que huyen de Libia y expusieron su temor por lo que pueda estar ocurriendo en el interior de las fronteras libias.
"Estamos muy preocupados por la posibilidad de que haya cortes en la distribución de comida en Libia", señaló Clinton, recogiendo una preocupación señalada ya la semana pasada por el Programa Mundial de Alimentos (PAM). (Infobae)