Esto es, quizá, lo más novedoso de la reciente cumbre de dos días celebrada en Ginebra entre Teherán y el llamado Grupo 5+1, formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU, China, Francia, Rusia y Reino Unido) más Alemania.
Sin embargo, hasta la fecha no hubo avances concretos en las negociaciones para que Irán detenga el enriquecimiento de uranio a 20%, a cambio de que el Consejo de Seguridad de la ONU levante las sanciones económicas impuestas contra ese país.
Desde los tiempos del ex presidente Mohamed Jatami (1997-2005), quien en 2006 se convirtió en el primer líder iraní que visitó Nueva York en 27 años, que un político de ese país no genera tanto optimismo en Washington como Rohani.
El nuevo presidente iraní fue capaz de conmover la sensibilidad de la Casa Blanca al mantener una conversación telefónica con su colega estadounidense Barack Obama, durante la reciente Asamblea General de la ONU, por primera vez en 34 años entre mandatarios de ambos países.
Alabado por su buen humor y por su carisma, que lo ha llevado a enfrentarse con sectores de línea dura, Rohani parece ir con sus propuestas más allá incluso de lo que proponía Jatami, quien a pesar de sus reformas nunca puedo establecer una buena relación duradera con la Casa Blanca.
"Hay una oportunidad histórica para llegar a un acuerdo. Creo que la negociación tiene que ver con lo que pasó recientemente en Siria (Washington y Rusia acordaron junto con Bachar al Assad destruir las armas químicas sirias)", dijo Norberto Consani, director del Instituto de Relaciones Internacionales, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata.
El analista recordó a Télam que "Irán influye en Damasco y controla al (grupo chiíta) Hezbollah" en Líbano y dijo que "en gran parte del arreglo sirio, no solo jugó fuerte Rusia sino también Irán".
"Irán es el país más sólido de Medio Oriente. Obviamente: de que se llegue a un posible acuerdo con Irán tienen recelo Arabia Saudita y Qatar. Porque Teherán es un jugador central en esa parte del mundo. Por eso es preocupante el desarrollo nuclear iraní", afirmó Consani.
Mientras se aguarda una nueva cumbre, prevista para el 7 y 8 de noviembre en Ginebra, la Casa Blanca estudia ofrecer a Irán el acceso a miles de millones de dólares que se mantienen congelados, a cambio de que Teherán tome medidas concretas por su programa nuclear, informó el diario The New York Times, citando a una fuente del gobierno demócrata.
El plan estadounidense busca que Obama tenga mayor flexibilidad para responder a las propuestas iraníes que surjan en las nuevas negociaciones.
Israel, que considera a Rohani un "lobo con piel de cordero", sostiene que Teherán puede desarrollar una bomba nuclear en pocos meses, ya que ha incrementado el número de centrifugadoras para enriquecer uranio en su central de Natanz, en el centro del país.
"No podemos permitir que las conversaciones de Ginebra se conviertan en Münich 1938", dijo esta semana el ministro de Asuntos Estratégicos israelíes, Yuval Steinitz.
El funcionario se refería a las conversaciones que mantuvo el ex dictador alemán Adolfo Hitler con los países europeos, previo a la anexión de Checoslovaquia por parte de Alemania, un año antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia.
Pero, más allá de las críticas israelíes, Estados Unidos aceptó el mensaje formulado por el presidente Rohani y su canciller, Mohamed Javad Zarif. "La propuesta iraní fue algo nuevo, con un nivel de seriedad que no habíamos visto antes", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
La victoria de Rohani en las elecciones presidenciales de junio pasado ha transformado la impresión que Washington tenía del Irán intransigente del ex mandatario iraní, Mahmud Ahmadinejad, que consideraba al Holacausto un mito para "crear el régimen sionista de Israel".
Rohani, sin embargo, dijo en septiembre a la CNN que "cualquier crimen que ha ocurrido en la historia contra la Humanidad, incluido el crimen que los nazis cometieron contra el pueblo judío, así como contra los no judíos, es condenable".
En apenas dos meses de presidencia este clérigo moderado ha cambiado la imagen internacional de Irán, tras llegar al gobierno con el 51% de apoyo de los iraníes que lo eligieron para que mejore la economía de este rico país petrolero, aquejado por las sanciones impuestas por Occidente.
Fuente: Télam