Antes de ser recibida por Lula en el Centro Cultural del Banco de Brasil, sede provisoria del gobierno federal, el canciller Celso Amorim había advertido a Clinton que Brasilia mantendrá abierta la puerta de negociación con Teherán en una reunión que mantuvieron en Itamaraty.
Más tarde Amorim fue el vocero de los resultados de la reunión que el mandatario sostuvo con la secretaria de Estado, a quien Lula le ratificó que irá a Medio Oriente, incluso a Irán, la próxima semana, según reportó la agencia estatal Brasil.
La idea de Lula es que después del viaje conversará con los líderes mundiales para intentar encontrar una salida diplomática para la cuestión iraní, indicó el canciller.
Según Amorim, Clinton no hizo pedidos a Lula en relación a Irán pero expuso su visión sobre el uso de la energía nuclear del país árabe, aunque la funcionaria había advertido en una conferencia de prensa en Itamaraty que Teherán no dio pruebas de que desea negociar un acuerdo sobre su programa atómico con la comunidad internacional y que sólo la aplicación de sanciones harían cambiar su posición.
El canciller minimizó las diferencias entre los gobiernos de Brasil y Estados Unidos sobre la cuestión de Irán, al considerar que "las personas adultas consiguen vivir en divergencia" y que "la divergencia entre adultos lleva al diálogo".
Las divergencias entre Brasilia y Washington sobre el programa nuclear iraní fueron expuestas más temprano en una conferencia de prensa en la que Clinton y Amorim, discreparon en duros términos.
Clinton reiteró que Washington promueve sanciones a Irán y afirmó que cuando llegue a 20 por ciento de enriquecimiento de uranio faltará solo "un salto" para que pueda desarrollar armas atómicas, según reportó la agencia de noticias ANSA.
Amorim insistió con que se siga la vía de la negociación en lugar de sanciones a Teherán y de una espiral que, comparó, puede llevar a una guerra como la desatada contra Irak en 2003.
El canciller brasileño recordó que la guerra contra Irak fue precedida por acusaciones de que ese país poseía armas de destrucción masiva, que luego se revelaron falsas.
"Queremos un mundo sin armas nucleares, ciertamente sin proliferación" pero "no se trata de torcer simplemente una opinión que pueda no concordar. No podemos ser simplemente llevados. Pensamos con nuestra propia cabeza", sostuvo Amorim frente a la secretaria de Estado, según consignó la agencia Brasil.
Amorim reiteró que el gobierno brasileño considera que no están agotadas las posibilidades de la vía negociadora con Irán y que "aún hay oportunidad de llegar a un acuerdo que tal vez exija un poco de flexibilidad de parte a parte".
En respuesta, la secretaria acusó al gobierno de Teherán de mentir sobre información referida a producción de armas nucleares.
"Observamos que Irán va a Brasil, China o Turqía y cuenta historias diferentes para evitar sanciones", denunció y aunque dejó abierta la puerta a la negociación se manifestó escéptica sobre los resultados de esta vía.
El presidente Barack Obama "viene haciendo gestos hacia Irán hace más de un año, pero infelizmente no tuvo una señal de reciprocidad", afirmó.
"Nuestra puerta está siempre abierta para la negociaciones. Nadie prefiere las sanciones, preferiríamos negociar", definió pero advirtió que "a partir del momento en que la comunidad internacional hable de una resolución sobre sanciones, a partir de ahí (Irán) va a querer negociar".
La cuestión nuclear iraní fue el punto conflictivo de la agenda que llevó Clinton a Brasilia, donde permaneció apenas 24 horas en el marco de su gira por Latinoamérica, además de preparar la visita que hará este año Obama a Brasil, y cuestiones de comercio bilateral, la crisis en Honduras y la situación en Cuba.
De acuerdo a lo informado por el canciller, el mandatario le manifestó además la funcionaria la sugerencia a su colega Barack Obama de que mantenga el diálogo con los países de América latina.
Amorim informó que Lula planteó también a Clinton la necesidad de mantener discusiones sobre el cambio climático y avanzar en los temas que no fueron consensuados en Copenhague en la Conferencia Mundial sobre el Clima, lo que quedó luego plasmado en un acuerdo que crea un mecanismo de diálogo que se reunirá todos los años para avanzar en estos compromisos.
Fuente: Télam.com.ar