Pancartas con los colores de la bandera nacional llevaban el mismo mensaje, escrito en inglés, francés ruso y Alémán: "Egipto los ama", una declaración de amor lanzada oportunamente en el día de San Valentín.
En un segundo plano, en la explanada de Gizeh (en las afueras de la capital), sólo un puñado de turistas egipcios admiran la pirámide de Keops, una de las siete maravillas del mundo, construida hace más de 4.500 años.
"El turista es como un pájaro, echa a volar al más mínimo ruido", lamentó Hazem Hashem, de 37 años. "Pero no hay nada que temer aquí, al contrario", tranquilizó,"el regreso de los turistas es por nuestro bien y el de todo el país", aseguró.
Hossam Jairy, de 27 años y veterano de la plaza Tahrir de El Cairo declaró: "Deseamos enviar un mensaje a los turistas de todo el mundo para decirles que son bienvenidos. Descubrirán un nuevo país, un nuevo pueblo".
Según Oncy Jalil, de 34 años, los guías egipcios (unos 16.000) ganan una media de entre 2.000 y 3.000 libras egipcias al mes (entre 300 y 500 dólares; de 220 a 370 euros), sin tener en cuenta las propinas. Desde hace tres semanas tanto él como sus compañeros se han quedado sin salario.
En Gizeh no sólo sufren los guías: conductores de calesas, vendedores de papiros o empleados de la restauración se encuentran en paro técnico.
Por otra parte, también empleados del transporte, la banca, el petróleo, el textil e incluso funcionarios de algunos organismos gubernamentales se declararon este lunes en huelga para reclamar aumentos de salarios y mejoras en las condiciones laborales. (Infobae)