El hecho ocurrió en un yacimiento petrolero de Safer, en la provincia de Mareb, unos 100 kilómetros al noreste de la capital Sanaa, y el agresor era un yemenita que se suicidó con el arma que utilizó en el ataque, dijeron los voceros.
Las dos víctimas occidentales trabajaban para la compañía petrolera estadounideses Hunt Oil, que explota ese yacimiento, precisó por su parte la embajada norteamericana en Sanaa. (Télam-SNI)