Familiares de los condenados también lloraron alegando su inocencia.
"Se hizo justicia. Esta sentencia reivindica a las víctimas de Las Dos Erres y a los miles que fueron masacrados durante el baño de sangre que vivió Guatemala", dijo la activista Aura Elena Farfán, querellante adherente en el proceso y dirigente de una organización que lucha por saber la verdad acerca de los desaparecidos.
Farfán dijo que el trabajo para lograr justicia en este caso se inició hace 17 años.
Los sentenciados son Daniel Martínez, Manuel Pop, Reyes Collin y Carlos Carías, quienes pertenecían al grupo elite Kaibil que el ejército guatemalteco entrenó en la selva de Petén (fronterizo con México) como parte de su estrategia contrainsurgente.
La jueza Patricia Bustamante, quien leyó la sentencia, informó que quedó establecido que los cuatro militares sólo deben cumplir la pena máxima de 50 años de prisión, de acuerdo con el Código Penal.
A esa sentencia se le deben sumar otros 30 años a cada uno por el delito de incumplimiento de deberes contra la humanidad, al haberse comprobado que actuaron de forma planificada en contra de la población, explicó la jueza.
A Carías también se le sumaron otros 6 años de cárcel por el delito de hurto agravado al comprobarse que saqueó la comunidad después de la masacre.
Bustamente dijo que el testimonio prestado por dos ex "kaibiles" por videoconferencia desde México fue determinante para que el tribunal estableciera la culpabilidad de los procesados.
Los ex "kaibiles" César Franco y Flavio Pinzón fueron testigos protegidos de la fiscalía guatemalteca y confirmaron la presencia en la comunidad de Pop, Collín y Martínez, y también la colaboración que prestó Carías para que la patrulla militar cometiera la masacre.
Pop y otro ex "kaibil" identificado como Gilberto Jordán, quien cumple una condena de diez años en Estados Unidos por hacer declaraciones falsas para obtener su ciudadanía en ese país, "lanzaron vivos a los niños a un pozo, después de golpearlos con un mazo", según el relato de los testigos.
La masacre de Las Dos Erres es una de las 669 documentadas en el informe "Guatemala: Memoria del Silencio" (1999), a cargo de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), sobre las atrocidades cometidas durante el conflicto armado de Guatemala.
"Los menores fueron ejecutados con golpes de almádana en la cabeza, mientras a los más pequeños los estrellaban contra los muros o árboles, sujetándoles de los pies; luego eran arrojados al pozo", señala el documento.
Tres de los cuatro acusados, Pop, Collin y Martínez integraron la patrulla militar que perpetró la matanza, mientras que el ex teniente Carías fue quien aportó la "información de inteligencia sobre el movimiento de la población con la que se preparó el operativo para matar a la gente", dijeron los testigos.
Fuente: 26noticias.com.ar