En su predicación, el Señor Obispo exhortó a los fieles a “seguir transmitiendo la devoción de San Juan Bautista. Imitar el modo como él amó a Dios”, indicando que su misión fue la de un profeta, que anuncia y denuncia, y que la voz del profeta siempre es incómoda.
En otro tramo de su homilía invitó a todos a rezar en familia y asumir el desafío de ser verdaderos discípulos-misioneros, amando al mundo y sirviendo a los demás a ejemplo de San Juan Bautista.