Buenos Aires, 14 de mayo (Télam, por Hernán Dearriba).- El ministro de Economía, Roberto Lavagna, que en un año de gestión logró conjurar las amenazas de hiperinflación y aplacar la inestabilidad cambiaria gracias a un acuerdo de corto plazo con los organismos multilaterales, tendrá ahora que afrontar el entuerto que implica la renegociación de la deuda externa y de los contratos de servicios públicos, cuando asuma como miembro del Gabinete de Néstor Kirchner.
Lavagna, como ministro de un Gobierno de transición, postergó definiciones sobre cuestiones complejas como la reestructuración de la deuda pública con los acreedores privados que asciende a 65.000 millones de dólares, la reformulación del sistema financiero y la renegociación de los contratos de servicios públicos, todos requerimientos del Fondo Monetario. (Télam)