"Desde la salida del Plan de Convertibilidad, el nivel de actividad de la industria ha venido creciendo a ritmo fuerte hasta alcanzar los niveles previos al inicio de la recesión", afirmó la Fundación en su informe semanal, para agregar que la generación de empleo "ha acompañado esta suba pero en menor medida que el crecimiento de la producción".
De esta manera, la conjunción de factores generó "importantes mejoras de productividad" que en la mayoría de los sectores permitió un "aumento de los salarios reales aunque aún permanecen debajo de sus valores históricos", señala TELAM.
Por ello, los economistas consideraron que "para un conjunto de sectores de la industria, acomodar los recientes aumentos salariales, no debería generar riesgos de un impacto negativo en la estabilidad inflacionaria".
Precisó en su informe que pese a los reacomodamientos salariales implementados durante el 2003 y el 2004, "los niveles salariales siguen estando un 25,4 por ciento por debajo del nivel alcanzado en el primer semestre del último año de la Convertibilidad".
Agregó que si se comparan el primer semestre del 2004 con el mismo período del 2002, se concluye que la productividad por empleado tuvo un incremento del 19 por ciento contra un aumento del salario real del 6,3 por ciento.
Concluyó que "al menos 14 sectores del total de 22 actividades analizadas no debería haber problemas para soportar los aumentos salariales decretados recientemente, ya que presentan brechas entre crecimiento de productividad, y salario real superiores al 25 por ciento (entre el primer semestre del 1998 y el mismo período del 2004)".
Aclaró que "recuperados los niveles "adecuados" de salario real, en el largo plazo, en cambio, la evolución de la productividad, y por ende de los salarios reales, dependerá de los niveles de inversión y la incorporación de mejoras de proceso e innovaciones de productos".