(DIARIOC, 05/03/2014) A Lionel Messi hay que sacarlo muerto de una cancha. Eso quedó demostrado en Bucarest, más precisamente en el partido de exhibición de la Selección ante Rumania. Recién habían arrancado las acciones cuando el capitán del conjunto dirigido por Alejandro Sabella se agachó y disimuladamente se metió los dedos en la garganta para poder devolver.
No es la primera vez que lo hace, ya que anteriormente con la camiseta de Barcelona ya había sucedido lo mismo, contra la Real Sociedad por la Copa del Rey. Sin embargo, no volvió a dar muestras del problema en lo que va del partido. Ojalá que siga así...
Fuente: infobae.com