París (por Hernán Campaniello, enviado especial). La consagración en Roland Garros entre los varones del español Juan Carlos Ferrrero fue un guiño a la lógica, mientras que en mujeres, las belgas cortaron la hegemonía de las hermanas Williams en los torneos de Grand Slam.
En París y a sus 23 años, Ferrero demostró que el favoritismo no le pesó en ningún momento, y con sus enormes condiciones y talento, confirmó que es el mejor jugador del mundo sobre polvo de ladrillo y que su calidad puede llevarlo más arriba aún. (Télam)