Esta vez, no hubo paseos por la ciudad, ya que no ofrece muchos atractivos turísticos. Por la mañana, algunos jugadores visitaron una escuela de Palmerston North. Luego, el plantel eligió quedarse en el hotel Coachman. Allí, al mediodía, hubo un gran asado para los jugadores, quienes pudieron invitar a sus familiares y amigos que los acompañan en Nueva Zelanda. A la una en punto, la carne estaba servida. Los cocineros fueron Guillermo Botto, el médico de la delegación, y Alejandro Cubelli, el manager de la delegación.
Hubo risas y clima ameno bajo el sol. Luego, algunos prolongaron la sobremesa junto a sus seres queridos y disfrutaron en un jardín interno del hotel. Pasadas las 15, integrantes del plantel salieron a caminar un poco por la ciudad, antes de que se hiciera de noche, cuando uno a uno fueron pegando la vuelta y, así, volver a pensar en Georgia.
Ya en el viernes neocelandés, el plantel hará el último entrenamiento previo al partido, en el Sports & Rugby Institute. Luego, vendrá el reconocimiento del Arena Manawatu, el escenario del match, que se jugará el domingo, a las 13, de Nueva Zelanda (la noche del sábado en la Argentina).
Fuente | canchallena.com