El grupo que construyó Franco Davín hace un par de años, cuando se logró el ansiado retorno al Grupo Mundial de la Davis tras 10 años de ausencia, tuvo prosecusión en Alejandro Gattiker, alma mater en el acceso a semifinales del año pasado e impulsor deuna continuidad saludable, la de Gustavo Luza como capitán.
Luza, un hombre del riñón de Gattiker, tomó un grupo de jugadores en franco ascenso, los reunió y dio continuidad a un equipo que aplastó por 5-0 a los alemanes en el flamante escenario de River Plate, construído especialmente para la ocasión endesmedro del tradicional Buenos Aires Lawn Tennis.