Estas son letras de canciones prendidas a la realidad, que traducen la explotación descarada del hombre por el hombre. Táctica de un sistema, y complicidad de los que, debiendo velar por el bien del pueblo, lo utilizan para sus propios intereses, entregándose a la corrupción que abulta sus bolsillos y esteriliza sus corazones. El día del trabajador nació de la rebeldía a este proceder injusto y a la sanción, por parte del poder capitalista, para escarmentar por esas rebeldías.
Hoy, todo aquello es historia pasada. La venganza del sistema devorador de hombres, encontró otro método. La desocupación y el ajuste. En lugar de enfrentar las protestas y los reclamos obreros, aprovechando la mecanización y la informática como instrumentos de dominio, decretó la eliminación de las personas. No ya con balas que mutilaran sus cuerpos, sino con decisiones que mutilaran su dignidad. Los cómplices eruditos, formados en las grandes Universidades, se plegaron gustosamente a ese“dignicidio”programado, recibiendo la paga que generosamente se les ofrecía.
Así llegamos a la situación actual, en nuestra Patria. Con mayoría absoluta de desocupados y subocupados, sobre los que tienen trabajo remunerado y en blanco.
En medio de este clima, el ¡Feliz día del obrero! no puede sonar aceptable más que a unos pocos. A la mayoría, les trabajará la bronca y la impotencia.
Para ellos, para todos los desocupados, para todos lo víctimas de las organizaciones internacionales y de los corruptos nacionales, nuestro abrazo de solidaridad, nuestra admiración por el heroísmo con que siguen luchando, nuestro optimismo por todo lo que, en el territorio nacional han crecido las organizaciones y movimientos populares animados por ellos, nuestro rechazo de las acusaciones que rechazan sus métodos de resistencia, y una esperanza de que finalmente otra vez, les podamos desear y decir con fuerza de bastión reconquistado. ¡Feliz día del trabajador!
Pbro José Guillermo Mariani
Parroquia Nuestra Señora del Valle
La Cripta - Córdoba - Argentina
